Al tiempo que la sociedad humana tiende a acercarse a las nubes, mediante la construcción de edificios cada vez más altos, la naturaleza hace su parte y las nubes comienzan a descender hacia nuestras cabezas. Científicos de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, han realizado un estudio, utilizando las mediciones tomadas por la nave espacial Terra, de la NASA, en el que se calcula el movimiento y la altura promedio de las nubes: según el artículo, publicado por la revista Geophysical Research Letters, las nubes que observamos han perdido un 1% de altura en la última década. Es decir que están entre 30 y 40 metros más abajo que hace apenas diez años.
Más allá de lo curioso que resulta el dato, los científicos advierten que podría tratarse de un proceso de causas desconocidas pero consecuencias de gran importancia: de continuar esta tendencia, las nubes podrían ayudar a enfriar el planeta de manera más eficiente, retrasando los efectos del calentamiento global. Para saber si esto, en efecto, sucederá, habrá que esperar nuevas mediciones de la nave Terra, ya que los datos recabados hasta el momento no son suficientes para confirmar la tendencia.