¿El país moderno de Israel es el pueblo de Dios?

De "Creced" 10/03 Muchos predicadores evangélicos dicen que Dios va a cumplir varias profecías por medio de la nación secular de Israel y por tanto hay que apoyarla políticamente. No comprenden varios puntos básicos de la Biblia. Mencionamos aquí cuatro: (1) Las promesas a Israel fueron condicionales (Deut. 28) Dios dijo, “En un momento yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir...si hace lo malo ante mis ojos, no obedeciendo mi voz, entonces me arrepentiré del bien con que había prometido bendecirlo.” (Jeremías 18:7-10 LBLA) Dios declaró que todas las bendiciones prometidas a una nación, como la de Israel pueden ser retraídas, si ésta se aparta de El.  Note como muchas promesas a Israel fueron condicionales en Deuteronomio 28. * “Y sucederá que si obedeces diligentemente al Señor tu Dios, cuidando de cumplir todos sus mandamientos...el Señor tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra.” (vs. 1) * Todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al Señor tu Dios.” (vs. 2) * “Te establecerá el Señor como pueblo santo para sí, como te juró, si guardas los mandamientos del Señor tu Dios y andas en sus caminos.” (Vs. 9)  Note especialmente lo que dijo Dios en Deuteronomio 28:62, 63 en cuanto a lo que pasaría a Israel si desobedecieran sus leyes. “Y quedaréis pocos en número, aunque erais multitud como las estrellas del cielo, porque no obedecisteis al Señor tu Dios. Y sucederá que tal como el Señor se deleitaba en vosotros para prosperaros y multiplicaros, así el Señor se deleitará en vosotros para haceros perecer y destruiros; y seréis arrancados de la tierra en la cual entráis para poseerla.” (2) El Israel físico no cumplió con las condiciones y fue destruído El Israel físico no solamente quebrantó el pacto con Dios en el Antiguo Testamento (Exodo 32, Números 13, 25:3, Isaías 6:9, 10; Ezequiel 16, etc.), sino rechazó al Mesías, Jesucristo. Por tanto, Este enseñó que iba a ser destruido. * En la parábola de los labradores malvados (Mateo 21:33-41) Jesús enseñó que Dios iba a destruir los labradores (la nación judía) y “arrendará su viña a otros labradores” (vs. 41) porque ellos habían rechazado al hijo del dueño de la viña, o sea, a Jesucristo. * En la parábola de la fiesta de las bodas (Mateo 22:1-7), Israel físico es representado por los que no aceptaron la invitación a las bodas. Por tanto, fueron destruidos y reemplazados en la fiesta por los que fueron encontrados en los caminos (los gentiles). Otra parábola parecida se encuentra en Lucas 14:16-24.  * Jesús lamentó sobre Jerusalén, sabiendo que iba a ser destruído porque “no conociste el tiempo de tu visitación.” (Lucas 19:44) Pocos años después, en el año 70 D.C., los romanos destruyeron el templo. Desde entonces no han habido sacrificios, sacerdotes, incienso, el templo, etc. La relación de Dios con la nación física de Israel fue cortada porque ésta había rechazado a Dios y Su plan para ellos. (3) El Israel espiritual (la iglesia) es donde se cumplen las promesas ahora Jeremías profetizó de un Nuevo Pacto, bajo el cual el pueblo de Dios, el Israel espiritual, no iba a ser asunto de raza, sino del conocimiento del Señor (Jeremías 31:31-34). El libro de Hebreos habla de la superioridad de este Nuevo Pacto, hecho con el Israel espiritual. El apóstol Pablo señala en Romanos 9-11 que aunque siempre ha existido el Israel físico y el espiritual, lo que siempre le ha importado más a Dios ha sido el espiritual. “No son los hijos de la carne los que son hijos de Dios, sino que los hijos de la promesa son considerados como descendientes.” (Romanos 9:8) O sea, Dios no se fija en la carne cuando piensa en el Israel espiritual, sino en todos (inclusive los gentiles) los que aceptan la promesa.. “Así” (por la promesa del Libertador, Cristo) “todo Israel será salvo.” (Romanos 11:26,27 LBLA) Aquellos que no reciben la promesa del Libertador, no serán del Israel espiritual, sean judíos de raza o no. (4) Ya no hay diferencia entre gentiles y judíos “Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación el que le teme y hace lo justo, le es acepto.” (Hechos 10:34,35) Pedro entendió lo que muchos predicadores evangélicos todavía no entienden - Dios ama al palestino igual que al judío. Los dos y todos los hombres son invitados a ser verdaderos judíos espirituales para gozarse de las bendiciones de Dios por medio de Jesucristo. Dios no da preferencia a ninguna raza sobre otra.  Que los israelis y los palestinos dejen sus pleitos inútiles para encontrar la verdadera paz en Cristo. Pero no apliquemos profecías y teorías mal interpretadas a sus problemas. Resumen: La nación judía rechazó su pacto con Dios al rechazar a Jesucristo. Por tanto, fue destruída y dispersada. El país moderno de Israel es una entidad política y no espiritual. No tiene nada que ver con las profecías de Dios. El Israel que tiene más importancia a Dios hoy es el espiritual, los que llegan a ser hijos de Dios por la fe en Cristo.