viernes, 16 de marzo de 2012

Desmanes y represión en protesta de estudiantes



Jóvenes chilenos vuelven a las calles; exigen universidades gratuitas 

Estudiantes chilenos volvieron a enfrentarse ayer con la Policía, al retomar las manifestaciones por una educación pública y de calidad. Las protestas se extendieron por más de siete meses en 2011, y le causaron un fuerte dolor de cabeza al gobierno.
Unos 5.000 estudiantes, convocados por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), se reunieron ayer en el céntrico Parque Bustamante para protagonizar la primera protesta estudiantil del año. Pero apenas reunidos la Policía disolvió la manifestación, que no había sido autorizada por la Intendencia de Santiago de Chile.
Fuerzas especiales de la Policía lanzaron chorros de agua y abundante gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes. Un grupo de policías montados a caballo intervino también para disuadir los enfrentamientos.
Los estudiantes, en tanto, lanzaron palos, piedras y botellas de pintura a la Policía. Algunos, con sus cabezas cubiertas con capuchas, lograron también interrumpir por algunos minutos el tránsito en la céntrica avenida Alameda, tras arrancar parte del mobiliario público e incendiar barricadas.
 
Los enfrentamientos se extendieron por más de tres horas y se saldaron con 50 detenidos y tres policías heridos, uno de ellos grave, según el balance oficial.
"Uno se pregunta hasta cuándo; hasta cuándo se insiste con movilizaciones estériles, fuera de la ley y que solo amparan a delincuentes que perjudican y agreden a millones de vecinos de Santiago", criticó la intendenta de la capital, Cecilia Pérez.
Durante el año pasado, al igual que ayer, los estudiantes protagonizaron más de 40 protestas en Santiago, algunas de ellas las más multitudinarias de las últimas dos décadas tras reunir a más de 100.000 personas, convirtiéndose en un dolor de cabeza constante para el gobierno del derechista Sebastián Piñera, cuya popularidad cayó a lo largo del año cerca de 30 puntos.
VIOLENCIA. Varios organismos internacionales han criticado el excesivo uso de la fuerza por parte de la Policía para reprimir las manifestaciones.
Amnistía Internacional, por ejemplo, expresó esta semana su preocupación por "las violaciones a los derechos humanos que se han registrado en el último año en el contexto de las marchas y la protesta social" en el país sudamericano.
"Las denuncias hechas por las personas manifestantes aducen el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía; uso inadecuado de gases lacrimógenos y cañones de agua; detenciones arbitrarias e informes de tortura y maltrato, incluyendo golpes y amenazas de violencia sexual", dijo la organización.
El año pasado, más de 5.000 personas fueron detenidas en las manifestaciones, la mayoría liberadas al cabo de pocas horas por no aportarse pruebas de delitos, considerarse ilegal su detención o sin mayores explicaciones por parte de las autoridades policiales.
En agosto, durante una manifestación nocturna, un adolescente murió tras recibir un disparo policial. Adicionalmente, 15 periodistas y fotógrafos de medios extranjeros fueron detenidos cuando cubrían las protestas.
RECLAMOS. Los estudiantes, apoyados por el Colegio de Profesores, reclaman una educación pública gratuita y de calidad y exigen la reforma del actual sistema educativo, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que redujo a menos de la mitad el aporte público y fomentó la inclusión de los centros privados.
"El gobierno nos da una señal clara (de) que está intransigente, pero somos bastante fuertes, sabemos que somos poderosos, el gobierno nos tiene miedo, nos han golpeado y reprimido, y con suerte nuestros compañeros tenían mochilas y lápices``, declaró el líder estudiantil Maximiliano Salas.
Los estudiantes consideran que el gobierno de Piñera no ha dado respuesta satisfactoria a sus demandas con el envío al Congreso de un proyecto de ley para rebajar los intereses de un crédito privado que utilizan los universitarios, para pagar sus aranceles y reprogramar las deudas morosas.
El mandatario presentó además una iniciativa para mejorar el sueldo de los profesores en función de su rendimiento.
A la manifestación de ayer no se adhirió la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que reúne a las principales universidades del país, que inicialmente había llamado a marchar pero luego aplazó la convocatoria para abril.